sábado, 14 de mayo de 2011

CRECIMIENTO PERSONAL

Todo el mundo sin excepción tiene un alma.
Esta esencia de luz es el común denominador que une la creación, el cosmos y la vida. Deberíamos darnos cuenta que en el fondo somos Luz en movimiento. Pero no somos conscientes de esa Luz, de nuestro origen y nos enredamos en los laberintos de la personalidad. La búsqueda espiritual es la búsqueda de nuestra conciencia, de nuestra divinidad interior.
Todo el mundo quiere ser feliz. Si la felicidad nos la da un objeto o persona externa, nos volvemos dependientes, y la dependencia nos hace perder la libertad.
Necesitamos usar la inteligencia para ir para ir en búsqueda del espacio interior que genera nuestro estado de felicidad, la conexión con lo divino.

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